El micromanagement es la tendencia que tienen algunas personas a controlar, planear y monitorear en demasía la ejecución de tareas de sus colaboradores. Esto les impide centrarse en las tareas propias, disminuye la motivación del equipo de trabajo afectando y obstaculizando la productividad.
Según Singh Sidhu, A., (2012), un estudio en el Journal of Experimental Psychology de DeCaro (2011) demostró que los colaboradores que se sentían observados y continuamente controlados realizaban sus tareas a un nivel inferior que los que tenían cierta independencia.
Como queremos que la productividad se mantenga constante, SPIRA te trae prácticas claves para evitar ser un micromanager, en especial en estos momentos, cuando trabajando desde casa parece perderse la constante comunicación y el control de los equipos de trabajo.
- Comunícate con tus colaboradores: ¿Cómo van a saber lo que la organización quiere y necesita o las medidas que ha tomado en estos tiempos si no las dices de modo claro y efectivo? Al comunicarte con ellos, incrementas el engagement y la motivación.
Si no sabes cómo hacerlo, lee aquí. - Considera a tu equipo y todo lo que tienen por aportar: Ten en cuenta cómo las nuevas dinámicas pueden afectar su desempeño y bríndales herramientas para enfrentar este tiempo.
- Acepta el cambio: Las crisis traen cambios y en lugar de luchar contra ellos, hay que buscar la forma de adaptarse y minimizar su impacto negativo. Una forma de hacerlo es capacitando y formando a todos los equipos para que puedan hacer las transiciones necesarias.
- Prioriza y céntrate en el resultado: Sin duda, todo es importante, pero saber diferenciar entre lo importante, urgente y prioritario facilita la distribución de tareas y su temporalidad. Si eres claro en relación a este tema, tus colaboradores deberán cumplir con sus tareas sin necesidad de presentar minuciosos planes de acción.
- Transmite confianza: Capacita y forma a tus colaboradores para que sean independientes y autónomos. Solo así podrás delegar y aumentar el desempeño sin tener que estar supervisando o controlando todo lo que hacen. La formación se encargará de identificar cuáles son sus comportamientos claves y que sean desarrollados de modo habitual.
Esto es lo que en SPIRA llamamos hábitos productivos.
Referencias: