Hoy en día muchas organizaciones se cuestionan ¿Cómo motivar a los colaboradores?, encontrando que existen dos formas para que una persona se sienta motivada, la primera es la extrínseca que hace parte de las actividades que la compañía y los lideres realizan para motivar a los empleados y la segunda es la intrínseca que se enfoca en cómo yo, sin importar mi rol dentro de la organización puedo automotivarme.
De acuerdo con diferentes estudios, las personas con un nivel de automotivación alto son más productivas y resilientes a las que no, generando un mayor impacto en los resultados, el desempeño y el entorno de la organización.
Por eso en Spira te contamos 7 técnicas que pueden ayudar a tu equipo y a ti a elevar su automotivación:
Entender que me desmotiva: a los seres humanos nos resulta más fácil decir las actividades que creemos que no somos capaces de lograr, porque no hemos experimentado la situación, pensamos que son complicadas y están fuera de nuestro alcance, porque estamos acostumbrados a auto descartarnos. El miedo a lo desconocido o no saber qué va a pasar nos genera ansiedad y negación. Lo importante es identificar que me desmotiva y trabajar en ello, en algunos casos sucede cuando una persona me dice que no puedo hacerlo o cuando me comparo con otras personas que considero tienen más logros que los míos.
Entender que puede salir mal: saber que las cosas pueden salir mal en cualquier momento y prepararme para que eso pase, trabajar en mi paciencia es fundamental, el manejo a la frustración, entendiendo que el objetivo sigue intacto y puede requerir cambios en el camino, realizar un mapeo de fechas viables, un plan a, plan b y hasta un plan c.
Valorar el trabajo que llevo hasta el momento: los objetivos se consiguen paso a paso, no hay atajos para lograr los sueños, pensar los logros que tuve para llegar hasta donde me encuentro en este momento, que hice para llegar hasta acá cuando soy persistente mi nivel de compromiso es más alto, la voluntad es la que trae la recompensa.
Visualizarme en el lugar al que quiero llegar: pensar frecuentemente ¿cómo me vería si lograra mi objetivo?, ¿cómo te sentirías?, ¿qué impacto tendría en mí y los que me rodean? ¡atraemos lo que pensamos!
Victorias tempranas: dividirlo en pequeñas metas, iniciativas de rápido resultado logradas a partir de la implementación de estrategias y acciones que pude planificar y al final me llevaran a la gran meta, esto me permite que sea menos pesado, pasos divididos que me van llevando a la meta.
Resaltar logros anteriores: Logros anteriores que no tienen nada que ven con el objetivo actual, pensar la primera vez me contrataron, la vez en que recibí un ascenso, la primera vez que hablé en público, la vez que me gradué del pregrado o de la maestría, ya me he demostrado que he podido lograr cosas, ¡soy exitoso yo puedo!
Encontrar motivación en otras personas: pensar en las personas por las que estoy trabajando en este proceso, hacerlo por esas personas con las que tengo un vínculo y para ellos es importante que logre este objetivo.
Esperamos estas 7 técnicas sean útiles para tu automotivación y la de tu equipo, en muchas ocasiones todo depende de nosotros, nuestra actitud y cómo nos preparemos frente a los diferentes retos. En Spira te invitamos a aplicar estas técnicas y convertirlas en un hábito.
Si deseas potencializar a tu equipo, volverlo de alto nivel y alcanzar los objetivos de negocio de tu compañía, escríbenos y llevemos juntos a tu organización al siguiente nivel.