Reskilling y upskilling: dos tendencias que permiten la adaptación al cambio
Hoy queremos hablarles de algo que suena extraño, pero cobra más relevancia día a día: reciclarnos profesionalmente. Esto quiere decir adquirir nuevas competencias para re-orientar la titulación profesional, poder adaptarse a los nuevos desafíos y tener más oportunidades de lograr o mantener un puesto de trabajo.
Por un lado, el reskilling, el proceso de aprender nuevas habilidades para realizar una labor diferente, permite a los colaboradores ser productivos bajo nuevas condiciones que podrían disminuir su desempeño y el upskilling, por el otro lado, es adquirir nuevos conocimientos para poder desempeñar las tareas de un modo más efectivo, con formación adicional.
El “reciclaje” profesional ha dejado de ser una necesidad exclusiva de las personas entre los 40-50 años (como se creía anteriormente, que son quienes deben adquirir nuevos conocimientos para seguir siendo competitivos) y se ha convertido en algo que cobija a cualquier trabajador, ya que el COVID-19 aceleró innumerables procesos, (https://mercadeo.spira.co/como-lograr-una-transformacion-digital-empresarial/) derrumbó antiguos paradigmas y demostró que nuevas formas de trabajo son posibles. Funcionó como un llamado a la formación constante de los individuos para adaptarse a los cambios que nadie había imaginado.
¿Pero cómo se da esta formación? ¿Compete a la organización, al individuo o a ambos?
Según el último estudio sobre Capital Humano de Deloitte para el 2021, “Empoderar a los colaboradores con la oportunidad de que ellos escojan, crea más valor que los enfoques excesivamente prescriptivos”, esto quiere decir que la formación si compete a la organización, pero en el qué, el colaborador debe tener capacidad de decisión.
El contexto exige que los colaboradores se adapten con facilidad al entorno cambiante, lo que implica formación en nuevas áreas acorde a las necesidades de la organización, pero ojalá también de un modo que motive libremente al colaborador.
Aunque pareciera que es una necesidad individual para ser competitivo, es también una oportunidad para las organizaciones de incrementar la motivación, el compromiso y transformar sus colaboradores en genuinos embajadores de la organización para la cual trabajan. Mientras que desarrollan una habilidad que incremente su desempeño y productividad, aumenta su competencia profesional, confianza y expectativas de crecimiento.
Recordemos que el aprendizaje va más allá de adquirir una nueva habilidad o un nuevo conocimiento, se trata de potencializar al colaborador, alinear sus intereses con las necesidades de la organización y permitirle, además de apropiarse de algo anteriormente desconocido, crecer profesionalmente.
Cerramos con una pregunta: ¿Será la capacidad de adaptación la habilidad más relevante desde que empezó la pandemia?
Y si lo fuera, ¿qué herramientas le das a tus colaboradores para lograr adquirirla? O ¿asumes que es algo que compete a cada cual y debe adquirirla por su cuenta?
Esta es la segunda de las 5 tendencias de las que hablamos previamente en cuanto a formación y desarrollo para este año.
Te ayudamos a que tu organización potencialice a sus colaboradores mediante reskilling y upskilling para ser competitivos, productivos y crecer profesionalmente, algo que los motivará y atribuirán a su lugar de trabajo.
¿Cómo lo hacemos? Mediante ennlace: Es una herramienta tecnológica que facilita el proceso de desarrollo individual, integrando el aprendizaje, la aplicación y el trabajo colaborativo.
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