En el dinámico mundo profesional actual, es muy común escuchar a docentes, líderes, gestores, entre otros, hablar sobre formación y capacitación. Hoy en Spira queremos hacer énfasis en el significado de estos dos sustantivos, encontrar sus diferencias y similitudes y de esta manera lograr esclarecer el impacto de estos en el desarrollo profesional.
¿Qué es capacitación?
Se refiere al proceso que una organización suele usar para enseñar habilidades específicas y técnicas que permiten a las personas realizar tareas concretas de manera más eficiente. Es común ver que este aprendizaje de herramientas, procedimientos y conocimientos aplicables a situaciones concretas e inmediatas sea eventual, poco estructurado y se deje bajo la responsabilidad del colaborador o que sea liderado por un superior. Además, la capacitación suele orientarse a resolver problemas puntuales o a mejorar competencias técnicas o temas de momento. Por ejemplo, una capacitación puede incluir el aprendizaje de un nuevo software, la adopción de un proceso, o el desarrollo de una página web. Estos procesos tienen como objetivo generar capacidades, de ahí el origen de la palabra.
¿Qué es formación?
Por otro lado, la formación tiene un enfoque más amplio y profundo. No se limita a la adquisición de habilidades técnicas, sino que busca el desarrollo integral del individuo, promoviendo un crecimiento tanto personal como profesional. La formación aborda aspectos más amplios como el pensamiento crítico, la toma de decisiones, el liderazgo y la capacidad de adaptarse a cambios y desafíos.
La formación no solo enseña cómo hacer algo, sino también el por qué hacerlo de esa manera y cómo ese conocimiento puede ser aplicado en diversos contextos a futuro. Por ejemplo, en vez de capacitar a los funcionarios en el uso de un software, la formación incluiría entender cómo ese software se alinea con los objetivos estratégicos de la empresa y cómo mejorar la eficiencia y el crecimiento general de los equipos de trabajo.
En Spira no ignoramos que ambas buscan mejorar el desempeño y las habilidades de los individuos y en consecuencia, tanto la capacitación como la formación son esenciales para el crecimiento profesional y el éxito organizacional.
Nuestro enfoque en Spira
En Spira, creemos firmemente en el poder transformador de la formación. Mientras que la capacitación es fundamental para adquirir habilidades específicas e inmediatas, la formación es lo que realmente marca el crecimiento a largo plazo. Nuestro enfoque se basa en desarrollar no solo habilidades técnicas, sino también competencias estratégicas y personales que permitan a nuestros clientes enfrentar desafíos futuros con confianza y adaptabilidad.
La formación en Spira se centra en entender el “por qué” y el “cómo” detrás de las habilidades. Nos esforzamos por crear experiencias de aprendizaje que no solo capaciten a los individuos para su rol actual, sino que también los preparen para el futuro, fomentando una mentalidad de crecimiento continuo y productividad.
Más aún, en Spira, siendo concientes y consistentes con nuestra oferta de valor, llevamos el alcance de la formación a la generación de hábitos productivos. Suena sofisticado pero es lo más esencial; nos hemos dado cuenta que en términos generales de las muchas cosas que debe hacer un colaborador, hay solo unas pocas que generan un impacto directo y significativo en los resultados. De esta manera, dentro del proceso de formación, nos dedicamos a entender esas pocas acciones, las dividimos en comportamientos, identificamos las brechas de las personas y nos dedicamos a formarlas para cerrar la brecha. Después, como parte fundamental de nuestro proceso, los acompañamos para ver esos comportamientos en el campo y estudiamos a conciencia como esos comportamientos se correlacionan con los resultados organizacionales.
Para simplificar todo lo anterior, tanto la capacitación como la formación son cruciales en el desarrollo profesional, pero tienen propósitos y enfoques diferentes. En Spira, nuestro compromiso se centra en ofrecer una formación que no solo mejore habilidades específicas, sino que también promueva el crecimiento integral, la capacidad de adaptación y los hábitos productivos.
Creemos que al invertir en la formación, están invirtiendo en un futuro más prometedor para nuestros clientes y para el mundo profesional en general que hará que los colaboradores puedan impactar en los entornos en los que se desempeñan.
Si quieres hacer parte de nuestra transformación de la mano de la formación, te invitamos a contactarnos. ¡Nos emociona trabajar contigo!
